Tasting Room

Tasting Room

En pleno corazón de San Miguel de Allende —esa joya colonial con calles de adoquín y piedras que parecen susurrar historia— late un espacio íntimo, delicado y profundamente sensorial: el Tasting Room de Casa Dragones. Con apenas seis asientos, este rincón no busca ostentar volumen, sino provocar una experiencia: ceremonia, silencio, té (bueno… tequila).

Obsidiana: del suelo al techo, alma del lugar

Lo que hace del Tasting Room algo verdaderamente singular —y digno de mención en este blog— es su revestimiento en obsidiana. Detrás de esas paredes y su techo, hay 4,000 mosaicos hechos a mano con obsidiana extraída de los mismos campos de agave de Casa Dragones.

La idea era simple pero poderosa: que el “terroir” —la tierra, el suelo volcánico que nutre los agaves— se hiciera presente en la arquitectura. Esa obsidiana, antes roca volcánica cruda, fue seleccionada, trabajada y transformada en piezas iridiscentes que cubren el interior del bar. Cada mosaico representa la riqueza del suelo de Jalisco, y cada fragmento de obsidiana cuenta una historia ancestral.

La responsable de esa transformación es una experta en obsidiana: la diseñadora de interiores Gloria Cortina. Bajo su dirección, las piedras viajaron desde los campos de agave hasta convertirse en uno de los ejemplos más elegantes de diseño vinculado al origen artesanal del tequila.

Un espacio para la degustación… y la contemplación

Más allá de la belleza material, el Tasting Room fue concebido como un refugio sensorial: un lugar para saborear tequila, sí —pero también para palpar la conexión entre tierra, bebida y cultura. Su diseño —curvo, envolvente— recuerda la silueta de la botella misma. La barra, los reflejos, la intimidad: todo está pensado para centrar la atención en la experiencia.

Es un lugar que transforma la técnica en ritual. Cada sorbo del tequila de Casa Dragones adquiere un matiz distinto cuando estás rodeado de obsidiana, como si bebieras la tierra misma de Jalisco.

Por qué nos conecta con lo que hacemos

Desde el Taller de Obsidiana sabemos que trabajar piedra no es sólo esculpir o embellecer —es rescatar memoria, transformar naturaleza en cultura, infundir alma a un objeto. El Tasting Room de Casa Dragones demuestra cómo la obsidiana puede trascender su origen como roca volcánica para convertirse en un símbolo: de identidad, de territorio, de sofisticación artesanal.

Aquí la obsidiana no está para admirarse únicamente de lejos; está para envolver, para acompañar una experiencia ancestral como la cata de tequila. Es un ejemplo perfecto de cómo el diseño —cuando respeta su origen— se convierte en puente entre tradición y contemporaneidad.

Para quienes buscan integrar este material a sus propios proyectos, aquí reunimos la selección de azulejos planos de obsidiana utilizados en el Tasting Room de Casa Dragones. Cada línea —gris, plateada, verde, café y negra— ofrece variaciones naturales, acabados únicos y el mismo estándar artesanal con el que trabajamos cada pieza. Todos los modelos se cotizan por metro cuadrado y pueden adaptarse a muros, barras, recubrimientos interiores y aplicaciones arquitectónicas que busquen profundidad, textura y una estética verdaderamente atemporal.

Azulejo plano obsidiana gris
$17,000 MXN/m²
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Azulejo plano obsidiana negra
$17,000 MXN/m²
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Azulejo plano obsidiana verde
$17,000 MXN/m²
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Azulejo plano obsidiana dorada
$25,000 MXN/m²
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Azulejo plano obsidiana plateada
$25,000 MXN/m²
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Azulejo plano obsidiana café
$22,000 MXN/m²
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La información utilizada en este texto proviene de las publicaciones de THE CORE, Casa Dragones, El Universal, Food & Wine y Tripadvisor.

Las imágenes y datos oficiales pertenecen a sus autores y plataformas originales, cuyos enlaces fueron consultados para garantizar precisión y veracidad.

 

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