La tierra también tiene su paleta.
En un mundo saturado de pantallas y velocidad, esta colección nos invita a detenernos, observar y recordar los colores que nos dio el origen.
Colores de la Tierra transforma minerales naturales en símbolos de identidad: seis piedras, seis tonos, seis fragmentos del planeta convertidos en íconos cotidianos.
Como si fueran pantones sagrados, cada pin representa un color que no se imprime, se talla y se siente: obsidiana, cuarzo blanco, sodalita, aventurina, cuarzo rosa y amatista.
Esta colección es una forma de portar la tierra.
De volver al color sin luz artificial.
De cargar en el pecho un fragmento del mundo natural que nos formó.